Por Ana Müshell, antigua alumna de Estación Diseño.

La primera sensación de vértigo que sentí fue cuando terminé la carrera. La segunda fue cuando terminé la especialidad en diseño editorial; la tercera sigue estando hoy sobre mi cabeza. Cuando se acabaron las clases y los horarios todo empezó a parecerme extraño. Pero casi desde que acabé los últimos estudios, he intentado no parar de hacer cosas relacionadas con lo que realmente me gusta: la ilustración y el diseño editorial.

Es difícil organizarse cuando los horarios dependen exclusivamente de uno mismo, cuando la “oficina” o el estudio están en la misma habitación donde duermes. Aún así, he intentado aprovechar el tiempo todo lo que he podido y ahora estoy metida en unos cuantos berenjenales… que me encantan por cierto.

Ana Müshell

Ilustraciones para una exposición

Lo primero ha sido no parar de dibujar ni un sólo día e ir colgando en mi página de Facebook lo que bajo mi punto de vista merecía la pena. En mi caso ha sido determinante mostrar mi trabajo en las redes sociales, tanto Facebook, como Tumblr o Behance. Ir subiendo las ilustraciones día tras día, haciendo poco a poco un número considerable de seguidores y que éstos interactúen en mi página; sin duda es la manera más rápida de llegar a más gente cuando las galerías y exposiciones quedan aún un poco lejos.

A partir de ahí, todo ha sido ir descubriendo maneras de llegar a más gente, ya sea por internet o por colaboraciones en fanzines y publicaciones independientes. Una de ellas y en la primera en la que empecé a colaborar como ilustradora fue Fritanga Fanzine, que tiene puntos de venta en Granada, Córdoba y Valencia. He ido apareciendo en cada número con la satisfacción de conocer a grandes compañeros de profesión y de aprender de cada uno de ellos.

Hay otras publicaciones independientes donde me ha encantado colaborar, una de ellas es Junkie Python (Tarragona) y Doppelgänguer de la polifacética Kai Corvus. Fue entonces cuando conocí a la poeta cordobesa María Mercromina, que es mi actual compañera en el proyecto No te va a doler.

Una de las mejores cosas que tiene el colaborar con alguien mano a mano es poder salir del área de confort, unir ideas, discutir y enriquecerse de las cosas que no conocemos, en mi caso la poesía contemporánea. El proyecto que llevamos María y yo se traduce en la necesidad que tenía ella como poeta y escritora de darle imágenes a sus pensamientos y la mía de tener ideas nuevas. Con esto, llevamos una página de Facebook, una de Tumblr, Instagram, Twitter…

Ella escribe y yo dibujo. Realmente los temas que abordamos son muy quinceañeros pero es que creo que ninguna de las dos nos alejamos tanto de esa época, ni queremos. Por eso con este proyecto intentamos reirnos de nosotras mismas y de escapar de todo lo horrible del día a día. Es muy divertido ilustrar lo que se nos va ocurriendo, ya sea para ocasiones como Halloween, la llegada del invierno o incluso inventarnos un horóscopo para chicas… A día de hoy, varias revistas se han interesando en publicarnos en entrevistas (Playground, Pictograma o Shook Down), haciendo concursos y vendiendo postales con la serie de poemas ilustrados que sacamos al principio. Además asistimos a mercadillos, encuentros y eventos con otros ilustradores y profesionales de este campo.

A partir de aquí, he tenido el placer de trabajar para la editorial La Bella Varsovia, haciendo la ilustración para la portada y contra de La Edad Atómica de Gerardo Grande. Y para la editorial La Viajera, una ilustración para su nuevo libro de turismo alternativo.

También fui una de las participantes en el último Sírvase usted mismo en las jornadas de arte de Montalbán organizado por El Arsenal (Córdoba). Allí varios ilustradores y artistas nos enfrentamos codo con codo a un enorme mural vacío, que fuimos enredando con dibujos, pinturas, collage… cada uno aportó de su propio estilo y al final de la jornada, el público podía recortar piezas del mural a cambio de una pequeña aportación económica. Fue una grata y divertida experiencia a la que espero volver.

Ana Müsell

 

Y como último y pequeño logro, ahora mismo me he lanzado al diseño de productos como camisetas y bolsos al contactar conmigo una empresa de Madrid que se dedica a esto del mundo textil.

En fin… aún sigo teniendo vértigo. Pero se ve que el secreto de todo esto está en no parar de trabajar, en no parar de hacer cosas y de aprender todos los días.

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